Entrevista a María Parra en Madrid en vivo.
En formato trío, los próximos 8 y 9 de marzo, la pianista María Parra llenará de color las teclas blancas y negras del piano del Café Central en uno de los primeros conciertos del festival Mujeres en Vivo 2023.
En 2020 publicaste Vision, tu primer álbum con composiciones originales, y en 2022, tu último disco, GEA. ¿Qué diferencias destacarías entre ambos trabajos?
No creo que haya, a priori, muchas diferencias. No más allá de la propia evolución de mi lenguaje personal en un tiempo relativamente corto entre uno y otro. Quizás en GEA se me vea más una tendencia hacia el jazz que queda implícito, de manera deliberada, en el bonus track “Clouds”, el mismo tema con el que empiezo el disco, lo acabo con mi trío, y hace de bisagra hacia el próximo trabajo que sacaré en formato trío de jazz este año.
Provienes del mundo de la música académica. ¿Sentías cierto encorsetamiento creativo antes de empezar a publicar tu propia música?
Totalmente. Aunque a veces pudiera uno hacerse la ilusión de llegar a adquirir una cierta libertad interpretando música creada por otros compositores, pero tiene más que ver con habilidades técnicas desarrolladas a través del tiempo y la experiencia, junto con tu propia evolución vital y musical. Pero no diría tanto que se trata de una libertad creativa, ya que en realidad lo que se hace es recrear algo ya existente y creado por otros compositores del cual tú eres una herramienta de transmisión.
Tu actuación está enmarcada en el festival Mujeres en Vivo, ¿son este tipo de iniciativas un verdadero impulso para el arte femenino?
Querría pensar que es más bien un marco donde se pueda centrar el foco, en un momento dado, en el arte generado por mujeres, aunque ya hay muchas que su empuje y talento por ellas mismas se hace patente a lo largo del año. Dicho esto, también reconozco que queda camino por recorrer y que es estupendo que haya este tipo de ciclos porque tienen un plus vigorizante a las propuestas artísticas creadas por féminas.
Exceptuando el último corte de GEA, grabas tus composiciones sola al piano. ¿Qué le aporta a tu música el formato trio con el que te presentas en el Café Central?
El formato trío ha supuesto para mí una enorme apertura, un pulmón revitalizador que da una dimensión más vital a mi música y que llena de más energía el escenario. La complicidad de mis compañeros para conmigo y la maestría y experiencia que aportan a mi música, ha cobrado una enorme relevancia para mí. El público lo valora y acoge con entusiasmo.
¿Qué destacarías de tocar en una sala o en un café de jazz?
Sin duda, la cercanía. Todo se hace más orgánico, cada persona del público tiene su cara y energía aportándote, como si tocaras en el salón de tu casa para un puñado de amigos. Es sin duda una experiencia muy intensa en ambos sentidos, para artistas y público.
¿Se ha logrado que, al fin, las mujeres tengan el mismo reconocimiento que los hombres en el mundo de la música?
Creo que en según que sectores sí (cantantes pop, cantautoras, mainstream en general, intérpretes solistas de clásica, folk…). En otros ámbitos como el jazz hay mucho avanzado, y queda todavía mucho por hacer en el ámbito de la dirección clásica o programación de compositoras en el repertorio clásico. Se están haciendo grandes esfuerzos y poniendo voluntades individuales, pero queda camino.
¿Qué artistas musicales femeninas actuales consideras imprescindibles?
Hay muchísimas y aquí depende del gusto personal en cuanto al género musical y nacionalidad. En el ámbito clásico y como intérprete diría Martha Argerich, en piano neoclásico, Hania Rani, en jazz, Diana Krall. Al menos estas son mujeres vivas que me han inspirado e inspiran. Hay muchas más que ya no están, o muchísimas más en el pop, tanto nacional como extranjero, pero la lista sería interminable.
¿Qué puede esperar el público de tus próximos conciertos en el Café Central de los días 8 y 9 de marzo, dentro de Mujeres en Vivo?
El público que me escucha por primera vez, y que viene sin nada preconcebido, se va con la sensación de haber descubierto a una artista pianista y compositora que trasmite un universo sonoro propio, muy ecléctico, con muchos ecos reconocibles, tamizados por el filtro del jazz, y manejando con habilidad, la emoción y la energía, y muy bien acompañada por sus compañeros Gonzalo Maestre a la batería y Miguel Rodrigáñez al contrabajo.
Podéis leer la entrevista completa en este enlace.