Entrevista a María Parra con motivo de la publicación de su álbum ‘VISION’ en la revista Melómano

Mi estilo compositivo es actual y contemporáneo, mezcla de tradición y modernidad, pero con un sello de identidad propio  

María Parra

Por Susana Castro

Hoy sale a la luz a través de plataformas digitales su nuevo proyecto discográfico, ‘VISION‘, el primero con el sello discográfico Warner Music Spain, con el que ha firmado un acuerdo de colaboración para los próximos años. ¿Qué ha supuesto para usted la firma de este acuerdo?

Ha supuesto la culminación de un largo proceso de transformación por mi parte, musicalmente hablando, en el que se ha ido fraguando y afianzando la compositora moderna que había en mí y que convivía, desde hacía mucho tiempo, con la intérprete de clásicos inmortales a quienes he dedicado toda mi carrera.

Un sello como Warner representa, y abraza, todo lo que a día de hoy soy como músico: intérprete clásica y creadora de lo que se ha dado en llamar ‘piano neoclásico, piano crossover‘, con un lenguaje propio.

¿Qué obras podrá encontrar el público en su nuevo disco?

Las obras están concebidas como ‘canciones’, en cuanto a duración y en cuanto al formato, más propio de la música pop. También son secuencias musicadas de un imaginario con un trasfondo cinematográfico, ya que, aun sin tener letra, sí que la música invita a imaginar una historia, un corto visual.

Evidentemente hay un trasfondo que no puedo disimular y es el de toda esa música clásica de los grandes creadores que se ha impregnado en mí a base de años de estudio. Ese es el sustrato sobre el que edifico un relato, musicalmente hablando, al que se adhieren otras músicas más actuales como el pop, el folk, el jazz o el flamenco. Son lenguajes que forman parte de mí como oyente, pero también como estudiosa. Al final sale una fusión muy personal que es ‘Mi música’.

¿Es la primera vez que se ‘atreve’ a incluir obras de creación propia en uno de sus álbumes?

No, ya ‘me atreví’ antes en mis dos discos clásicos a modo de bonus track,pero muy tímidamente… Así pues, en ‘Rêverie’ (Verso, 2014) incorporé Il pleut sur Paris, una pieza de corte jazzístico, y en ‘Mouvement’ (Orpheus Classical, 2016) incorporé Maria Martha tango, un tango dedicado a Martha Argerich.

¿Cómo definiría su estilo compositivo? ¿Se siente más cómoda en esta faceta o como pianista?

Mi estilo compositivo es actual y contemporáneo, mezcla de tradición y modernidad, pero con un sello de identidad propio. Soy compositora que interpreta su propia música, por lo que estaría al margen, quizá, de la idea de la vertiente clásica-contemporánea de componer y ser otros quienes interpreten tu música.

En mi caso, soy una autora de lo que se ha venido a llamar ‘piano neoclásico’, o ‘nuevo piano contemporáneo’, pero con un público más amplio, ámbito en el que he descubierto una gran cantidad de colegas pianistas en una vía similar.

De cualquier modo, me resisto a poner etiquetas en el siglo XXI, ya que hay mucha fusión y mestizaje de todo tipo de lenguajes, para mí legítimos todos, siempre que sea con gusto y respeto.

Francamente, con lo que me siento del todo cómoda es siendo una pianista que toca su propia música. Es mi universo sonoro, acorde a mi manera de ser, a lo que he vivido, cómo concibo el mundo, emocionalmente, musicalmente.

Soy yo, y ese ‘ser yo’ lleva implícito una búsqueda de años, desde la introspección, de saber y entender quién soy y aceptarme como ser humano. Esto está íntimamente ligado a haber ido descubriendo quién soy yo como artista, como pianista.

¿Cuáles son los estilos que más le han influido en su carrera? ¿Quedan reflejados en estas obras?

Los estilos que más huella me han dejado serían, dentro de la clásica, el Impresionismo, el Romanticismo y la música española. Más actuales, el jazz de pianistas como Bill Evans, Herbie Hancock o Winton Kelly, por citar a algunos; el flamenco de Paco de Lucía, Camarón… El pop y el rock desde los años 50. Y luego hay una parte de folk y cantautor que me acompañó durante mi infancia con una lista inmensa si los unes con los más contemporáneos. Hay mucha música estudiada y escuchada que he alquimizado a través de mí.

Además, en el mes de septiembre saldrá el disco en formato físico, ¿qué les ha llevado a realizar el lanzamiento en dos fases?

El lanzamiento inicialmente estaba previsto para el 15 de mayo con el concierto de presentación el día 19 de mayo también, así que vista la situación que se nos vino encima con la COVID-19, y sin saber tempos de desescalada, y con el ánimo de no demorar excesivamente el lanzamiento, nos aventuramos a hacerlo en dos fases.

Así, por un lado está el formato digital para empezar el verano y, por otro, el formato físico, unido al hecho de presentarlo en concierto que vislumbramos para pasado el verano, con la idea de reunirnos con público más o menos en condiciones. Sacar un disco sin poderlo presentar en concierto nos entristecía mucho.

A pesar de la situación que todavía atravesamos, llena de incertidumbre, ¿va a llevar el proyecto próximamente a los escenarios?

Esta situación ha supuesto para todos un parón, pero nos ha mantenido a muchos en activo, tanto compartiendo en redes conciertos o charlas, como estudiando, componiendo o dando clases.

Al hecho de sacar en estos momentos mi disco ‘VISION’ se une que se trata de una faceta artística nueva o desconocida y que en cierto modo ha generado, o puede generar, interés y expectación.

Dejamos para septiembre la presentación del formato físico para vivenciarlo, de una manera cercana, el 21 de septiembre en la Galileo Galilei, y el 22 de septiembre en CentroCentro, ambos en Madrid, dentro del ciclo ‘Disidencias’.