El viaje creativo de María Parra: “El secreto de todo es que, todos y cada uno de nosotros en este planeta, somos únicos”

Entrevista a María Parra en la revista másJazz digital por Violeta Salvador.

Foto de Cuco Cuervo

María Parra es una mujer de mirada tranquila y serena, con ese aplomo característico de quienes están convencidos de ser quienes son. Ha dedicado su vida a la música, primero como repertorista clásica, y después evolucionando hacia la creación de su propio repertorio. Como el agua que fluye a través de un cauce, su trayectoria parece haber sido trazada con determinación. Sus constantes avances han sido legitimados, tanto por el público como por la crítica, lo que le ha permitido profundizar en sus deseos como música y explorar nuevos horizontes.

Ahora, tenemos el placer de asistir a un nuevo hito en su carrera: su último disco, en formato trío, Intuition, acompañada del contrabajista Miguel Rodrigáñez y el baterista Gonzalo Maestre. Este lanzamiento, programado para el día de ayer, 24 de mayo, consolida su capacidad para innovar y reinventarse.

María, estás a punto de lanzar tu primer disco en formato trío, que además presentas oficialmente hoy, 25 de mayo, en el Centro Cultural Puerta de Toledo. Es un gran cambio en tu carrera musical. ¿Cómo ha sido la transición de trabajar sola a formar un trío?

Siempre he sido muy ecléctica en mi formación y experiencias musicales. Pasar de solista a trabajar en formato trío fue un desafío y un descubrimiento. Me di cuenta de que la interacción con otros músicos, en este caso, un percusionista y un contrabajista, amplifica mi música y añade una nueva dimensión que no podía alcanzar sola. Entonces, me sumergí el formato trío, que para mí ha sido siempre el formato más íntimo después del piano solo.

Imagino que trabajar en grupo requiere una dinámica diferente. ¿Cómo gestionas la composición y el liderazgo en el trío?

Yo presento las ideas iniciales y mis compañeros las enriquecen con sus propios aportes. Realmente tengo que sacarme el sombrero ante mis músicos. Rodearon mi música de tanta magia que no hizo falta gran cosa más. Se ha ido puliendo mucho, no solo en ensayos, sino en el escenario. Lo llevamos rodando tres años. Y hasta que no hemos estado muy seguros de cuál era la versión con la que nos identificábamos, no hemos iniciado la grabación.

Has mencionado que tu formación clásica te ha dado una base sólida, pero también que te sentiste limitada siendo solo intérprete. ¿Cómo influyó esto en tu decisión de crear tu propia música?

Hay gente que disfruta interpretando y siendo médiums de esa música universal, pero para mí ya no era suficiente. Y quise recuperar todas esas habilidades que había guardado en un cajón. Lo primero que sentí fue mucho respeto, a priori no te sientes capaz, pero cuando te lanzas a la piscina no te queda más remedio que nadar.Y quería ver qué podía crear. Entonces, cuando veo que empiezo a crear, que me sale música a borbotones, con influencias de todo tipo, me encontré que era felicísima. El tiempo no pasaba, no miraba el reloj. ¿Sabes eso que dicen ahora del mindfulness? Yo no sabía lo que era hasta que me puse a componer y crear mi propia música. Y esa satisfacción para mí fue infinita. Esa sensación era íntima, pero también quería probarla con el público. Y el público fue el que me legitimó.

Mencionaste que Warner Music Spain se interesó en tu música y te dio un apoyo significativo. ¿Cómo impactó en tu desarrollo profesional?

Que Warner apostara por mí fue un punto de inflexión. Me dio la confianza y el respaldo necesarios para lanzarme como creadora. Sin embargo, este último disco decidí autoproducirlo. Quería tener el control total y asegurarme de que cada detalle reflejara mi visión. Fue un desafío enorme, pero también una experiencia increíblemente gratificante. Warner prefirió quedarse con el proyecto de piano solo, porque lo español en el jazz no les interesa.

La autoproducción debe haber sido un reto enorme, especialmente con todos los aspectos que conlleva hoy día. ¿Cómo lograste manejarlo todo?

Fue una prueba de resistencia y organización. Desde la financiación hasta la planificación de lanzamientos y la promoción, cada paso requería una atención meticulosa. Pero también fue un aprendizaje inmenso. Ser independiente te da una libertad creativa invaluable. Además, me he instalado en la compositora y eso ha sido un cambio significativo en mi vida profesional, mostrando que en mi trayectoria hay autenticidad y coherencia.

Hablando de autenticidad, en tu newsletter mencionas frecuentemente a tu padre, quien fue un gran pintor y cuyos cuadros ilustran cada uno de los singles de Intuition. ¿Cómo ha influido en tu música y tu visión artística?

En Intuition quería honrar mi linaje familiar, en el que hay mucho arte. En el disco aparecen los poemas de mi hermana y los cuadros de mi padre. La serie Sesiones me cautivó; me puse delante de los cuadros y cada uno de ellos me fue llamando para ilustrar cada uno de los temas del disco. Fue un hallazgo muy personal. Mis hijas también han sido un motor en momentos difíciles de mi vida, dándome la fuerza para confiar en mi música y seguir adelante.

Foto de Cuco Cuervo

Has mencionado que hay ciertos prejuicios hacia los músicos españoles de clásica y jazz. ¿Cómo has lidiado con esto en tu carrera?

Ahora mismo hay una cantidad de intérpretes impresionantes, el nivel ha subido una barbaridad, pero hay mucho prejuicio. Para el grueso del mundo, España es flamenco y poco más. La música clásica española es aceptada, pero cuando se trata de tocar a Beethoven o a los grandes compositores, te dicen: “No, es que para eso hay alemanes, para eso hay centroeuropeos”. Está muy bien que uno sepa defender lo propio. Ahora, por ejemplo, el folk está cogiendo un auge necesario y se coloca en su justo lugar. Pero como músicos, tenemos un lenguaje universal y hay otras músicas que entran en tu universo sonoro. El clásico está muy bien para conservar una tradición, pero si estás conectado con el mundo y la música de hoy, es natural abrirse a otras influencias.

Has decidido lanzar tu disco poco a poco a través de singles. ¿Crees que sigue siendo importante apostar por el formato de disco completo de principio a fin?

Sí, todos estos singles luego se aunarán en el álbum, que tiene su carátula propia. Es también una cuestión de currículum. Es necesario decir que tienes tantos discos porque es lo que va marcando tu trayectoria como artista. Si sacas solo singles sin un hilo conductor que luego los una en un álbum, no tienes una obra, solo retazos. Por un lado, los sacas troceados, pero al final, los reúnes en un álbum, que tiene su concepto, su estética, su relato y que lo defiendes en concierto. Eso sigue siendo necesario. Hay que aunar todos los elementos tradicionales y novedosos para que tu trabajo esté en todos los ámbitos, tanto modernos como tradicionales.

Para concluir, ¿qué sigue para María Parra después de este lanzamiento? ¿Tienes nuevos proyectos en mente?

Siempre estoy pensando en el próximo paso. Me gustaría explorar la incorporación de elementos electrónicos en mi música, tanto en solitario como en formato trío o incluso mayores ensambles. También sueño con componer para cine. La música tiene un poder narrativo increíble y me encantaría ver cómo mi trabajo podría complementar una narrativa visual. En la vida, hay que ser lo que sientes que has de ser, y eso requiere mucha fe y trabajo. Cuando uno está enfocado en lo que quiere y da un paso tras otro, las cosas van saliendo. Pero si cortas ese flujo, empiezas a morir poco a poco. El secreto de todo es que, todos y cada uno de nosotros en este planeta, somos únicos. Y el trabajo está en buscar dentro de nosotros mismos quiénes somos, qué queremos ser, ese tesoro que está ahí para descubrirlo.

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